12.15.2013

GARÇONNIERE - Ruben Dario

G. Grippa. . . . .Cómo era el instante, dígalo la musa Que las dichas trae, que las penas lleva: La tristeza pasa, velada y confusa; La alegría, rosas y azahares nieva. . . . . .Era en un amable nido de soltero, De risas y versos, de placer sonoro; Era un inspirado cada caballero, De sueños azules y vino de oro. . . . . .Un rubio decía frases sentenciosas Negando y amando las musas eternas Un bruno decía versos como rosas, De sonantes rimas y palabras tiernas. . . . . .Los tapices rojos, de doradas listas, Cubrían panoplias de pinturas y armas, Que hablaban de bellas pasadas conquistas, Amantes coloquios y dulces alarmas. . . . . .El verso de fuego de D'Anunzio era Como un són divino que en las saturnales Guiara las manchadas pieles de pantera, Á fiestas soberbias y amores triunfales. . . . . .É iban con manchadas pieles de pantera, Con tirsos de flores y copas paganas Las almas de aquellos jóvenes que viera Venus en su templo con palmas hermanas. . . . . .Venus, la celeste reina que adivina En las almas vivas alegrías francas, Y que les confía, por gracia divina, Sus abejas de oro, sus palomas blancas. . . . . .Y aquellos amantes de la eterna Dea, Á la dulce música de la regia rima, Oyen el mensaje de la vasta Idea Por el compañero que recita y mima. . . . . .Y sobre sus frentes, que acaricia el lauro, Abril pone amable su beso sonoro, Y llevan gozosos, sátiro y centauro, La alegría noble del vino de oro.

11.29.2013

La Hurdiembre

¿Qué sucede cuando una mujer se quita el velo, se exilia de su entorno heredado? Aunque el exilio no es algo que se desee por diversión, hay una ganancia inesperada en él: son muchos los regalos del exilio. Saca la debilidad a golpes, hace desaparecer las lamentaciones, habilita la percepción interna aguda, acrecienta la intuición, otorga el poder de la observación penetrante. La Mujer Salvaje es la salud de todas las mujeres. Sin ella, la psicología femenina carece de sentido. La mujer salvaje es la mujer prototípica; cualquiera que sea la cultura, cualquiera que sea la época, cualquiera que sea la política, ella no cambia. Cambian sus ciclos, cambian sus representaciones simbólicas, pero en esencia ella no cambia. Es lo que es y ella es un todo. Se canaliza a través de las mujeres. Mujeres que corren con Lobos

11.19.2013

Hacia el Universo y mas alla

Tienes que ser verdad Para que este Universo De átomos y de moléculas Pueda recoger sus fronteras Al final de la expansión Regresar al punto de partida Y volver a ese otro lado De los números imaginarios En donde moran Los seres que no han sido

10.10.2013

POEMAS de El cuerpo sitiado Bajo el signo de la voz

Níger Madrigal: literaria 1 Soy yo el más gris de tus hijos, arrimado a la espalda de tu plática que me trajo el mar antes de verlo. Soy el que sin saber nadar cayó al abismo y respiró después de ahogado lleno de peces, invenciones, artimañas y un temblor de fiebre entre los dientes. Soy el más oscuro entre la selva exuberante de tu boca donde siempre hubo duendes escondiendo mi asombro. 2 ¿Cómo escapo a tu palabra insomne y amorosa si un acento persistente llega desde tus labios dentro de una tempestad magnífica? Mi madre dice que no te ama, aunque siempre te escucha dentro de una enredadera tenaz sembrada en tierra advenediza como un cáncer. Es media noche y todo zumba, hay un trapecio en la oscurana donde tu voz se mece y luego salta. 3 Hay un grupo de inmensos árboles emergiendo de la niebla, bordean el camino de tu voz desde hace un siglo. Ante tal contundencia el amanecer está indefenso. Cae una sílaba parecida a un pájaro recién nacido que intenta volar, hay por todas partes nidos de sílabas tiernas que mojan tus labios dentro de una plática frutal. 4 El signo de tu voz está en un fruto de verano, es almíbar oloroso que tiende puentes hacia historias de amores postergados. Alguien muerde el día como al corazón blanco de una pitajaya y reposan frases dulces en tu letargo. se dispersa la mañana con los sollozos de un ángel y se persiguen dentro del sueño fulgores de astros ante una confesión atesorada. 5 Al borde del amanecer tu silencio enselvado resplandece debajo de gigantescas nubes negras que desfilan. Hemos permanecido solos las últimas horas de la noche, frente a frente, rodeados del zumbido inconfundible de la maleza, en el territorio de los signos infinitos que congregados silencian al mundo. Hemos estudiado durante largos minutos la expresión hosca en nuestros rostros sin una sola palabra en los labios que nos reviva, que nos regrese del precipicio de la duda en que caímos. Publicado por Níger Garcia en 20:48 Obra; Florencia Mittelbach